Primera Cronica Animaros¡¡¡¡

¿Dónde y cómo te pidió la mano?

Fue en mi casa, en un momento sencillo y preciso; un argumento acabado con una simple pregunta. A mí me costó muchísimo contestar, no porque no quisiera sino porque pensé en ese momento y en el momento de explicarlo a familia, amigos, compañeros, … y lo único que me salió fue: “Qué vergüenza”!!!! Así soy yo, haciendo que momentos que pasan a la historia sean graciosos!

Finalmente, como podéis imaginar, dije que SI!

El anillo con el que me pidió era de la familia. Una deconstrucción de un juego de joyas entre las hijas de su abuela, de las que salió el anillo, con un brillante tallado al modo tradicional con una montura de plata.

¿Dónde te preparaste para el gran momento?

En casa de mis padres. Viven en Calafell, en primera línea de mar y me vestí delante de esa maravillosa vista y con el ronroneo de las olas de fondo. Fue tal y como lo había imaginado!

La verdad es que no fue nada estresante. Por la mañana estuve tomando un café con mi familia y una de mis mejores amigas, y mientras todos estaban en la peluquería, yo estaba leyendo un libro en la terraza. Después de comer, ya empezó la emoción (y los primeros nervios). Vinieron a maquillarnos a mi madre y a mí, y luego mi tía (peluquera) vino a peinarme a casa.

En esos momentos, ya habían llegado mis dos hermanas, sus maridos y mis cuatro sobrinos, así que mis hermanas pudieron ayudarme a abrochar el vestido, lo que les costó más de media hora!!! Aquí sí que se me empezaba a encoger el estómago.

Pero entonces llegaron Laura Jaume y su pareja Javi (los fotógrafos y amigos nuestros). Ellos me ayudaron a mantener la calma. Gracias chicos!

¿Cómo encontraste tu vestido?

Es el modelo ROS de Rosa Clarà. Desde el inicio sabía que mi vestido de novia, casi seguro, sería de Rosa Clarà. Por eso fue la primera tienda a la que fui.

Quería un vestido original y que fuera de mi estilo. La primera vez que me probé vestidos de novia, iba con mi madre y mi hermana. El ROS fue el primer vestido que me puse y me encantó. Tenía bolsillos y la falda abombada tipo bombilla (la verdad es que suelo llevar muchas faldas, más cortas, pero con la misma forma). Los bolsillos me servían para verlo informal y juvenil, me sentía muy “yo” con el vestido! Tenía un inconveniente: a mi futuro marido, no le gustan ni los vestidos palabra de honor ni los lazos. Además, no podía quedarme con el primer vestido que me probara así que me fui a otras tiendas a probarme alguno más. Pero ya no encontré ningún otro vestido que encajara tan bien con lo que quería; por muy bonitos que fueran, siempre seguía ganando éste. Cuando volví a Rosa Clarà, con las demás chicas de la familia, que me conocen a la perfección, confirmaron mi sensación: Ese era mi vestido de novia.

¿Y el peinado?

Yo quería un recogido muy informal. Al tener el pelo rizado, en muchas ocasiones me hago yo misma los recogidos con alguna horquilla y los rizos hacen el resto para que quede bien. El día de mi boda no quise cambiar. Así que yo misma me ricé el pelo y mi tía sólo me lo recogió.

¿Y los complementos que utilizaste?

Pues los pendientes son de mi madre. Ella misma me regaló unos pendientes de brillantes a conjunto con un collar para que me lo pusiera para la boda (así no me tenía que dejar los suyos y se los podía poner ella)  pero finalmente preferí llevar los suyos, tal y como hicieron también mis dos hermanas en sus respectivas bodas. Nos encantan, son originales y tienen ya un gran valor sentimental.

 

¿Quién te hizo el ramo? ¿Qué flores tenía?

 Fue una floristería, Blanc, de Vilassar de Mar, el pueblo de mi marido. Era un ramo algo “rústico” con rosas rojas, a juego con la flor que él llevaba en la solapa; quería darle color al vestido. Tenía detalles del mismo estilo que los centros de mesa, que eran algo así como deconstrucciones de un centro propiamente dicho, hechos de pequeñas cosas esparcidas por la mesa y bolas grandes hechas de ramas.

¿En qué iglesia se celebró la ceremonia?

 La ceremonia se celebró en el mismo lugar que el banquete, en el Clos la Plana, cerca de Sant Pere de Ribes. Nuestras familias son de lugares diversos dentro de Cataluña, sobre todo, y buscamos un punto céntrico entre todos los invitados y que significara algo para nosotros. La casa se encuentra de camino entre Barcelona, donde vivimos, y casa de mis padres, en un punto por el que pasamos multitud de veces a lo largo del año.

Fue una ceremonia civil en el jardín de la casa, nosotros y la oficiante estábamos debajo de una pérgola de la que colgaban vides de uva, mientras que nuestros familiares y amigos se encontraban alrededor. Fue muy bonito, de hecho esta ubicación fue lo que menos nos costó decidir en la preparación de la boda.

¿Te pusiste nerviosa?

Como ya os he contado antes, la misma mañana del día de mi boda fue muy relajada. El momento en el que me pasé más nervios fue cuando nos costó más de media hora abrochar todos los botones del vestido (son muchos), pero los fotógrafos supieron esconder esos nervios, por lo que les estaré eternamente agradecida…

 El camino hasta el Clos la Plana fue bastante tranquilo, hasta que cuando estábamos llegando, nos llamaron para avisarnos de que los invitados (que la mayoría venían en autobús) se habían perdido y aún no habían llegado. La consecuencia fue que tuve que esperar a que el autobús de los invitados nos adelantara y llegaran todos antes que nosotros.

¿Qué coche utilizaste para ir a la iglesia?

Fui en el coche de mi padre. Sabía que era muy especial para él así que lo decoramos con unos detalles muy simples, y quedó muy bonito. Íbamos mis padres, el padre de mi marido (que fue el padrino) y yo. El viaje hasta el Clos la Plana fue muy tranquilo, tanto que íbamos a 80 Km/h por autopista para no llegar antes de tiempo.

¿Cuál fue el momento más emotivo?

El momento más emotivo para mí fue el que el padrino me entregó el ramo de novia. El padre de mi marido (y probablemente uno de sus mejores amigos) escribió un verso precioso, con el que, sin tenerlo a mi lado, me hizo sentir lo cerca que estaba de la persona con la que me iba a casar.

El momento más emotivo de la boda fue cuando les entregamos un ramo de flores y unas entradas para el teatro a nuestros padres. Sonó la canción “Esos locos bajitos” (Joan Manel Serrat) y de inmediato empezaron los 4 a llorar.

 

¿Dónde se celebró el banquete?

El banquete lo celebramos en el Clos la Plana. Una casa súper bonita en Sant Pere de Ribas, muy cerca de Sitges.

Hicimos el aperitivo en el jardín, al lado de la piscina, y el banquete en la bodega de la masía. El baile lo hicimos en el exterior, delante de la entrada de la casa, de manera que todo quedaba muy recogido y el baile, aunque hiciera algo de calor, fue en un lugar bien fresco.

¿A quién regalaste el ramo? ¿Y los novios?

Los novios los regalamos a 4 parejas de amigos, había muchas candidatas pero limitamos el número para que no se alargara el tema parejitas. Una de las parejas nos dijo que se casaba lo antes posible.

El regalo del ramo lo dejo para la siguiente pregunta… 

 

¿Algún momento especial o divertido que recuerdes?

No quería regalar el ramo a nadie. Me hacía mucha ilusión tirarlo desde un balcón, un poco a la vieja usanza. Y así lo hice. Me subí al balcón sobre la zona de baile (en el patio, justo delante de la casa) y lo lancé. Lo que pasa, como os he dicho antes, es que yo suelo deformar los momentos con mis actos, y lo que hice en éste fue, simplemente, apuntar mal. Tan mal que el ramo cayó sobre un árbol, ante la mirada alucinada de la mayoría de los invitados… Total, que lo recogió Claudia, una jovencita prima de mi marido, que al no estar en “edad de merecer” y creer que nos gustaría recordar lo sucedido y reírnos un rato, nos lo devolvió a nosotros para que lo secáramos en casa y lo guardáramos de recuerdo. 

¿Qué canción bailasteis en el vals?

El asunto de la canción fue muy sencillo, pues sabíamos que bailaríamos “algo parecido a un vals”, pero que no sería un vals corriente. Por ello, nuestra elección fue una canción de Joaquín Sabina que “puede pasar como vals” y que además tiene un nombre bastante adecuado: Noches de boda.

 

¿Alguna idea o detalle original o diferente de tu boda?

-  En primer lugar, unos tíos de mi marido nos montaron y regalaron una falsa cámara antigua (con una cámara de vídeo de última generación dentro), que situamos en un lugar de paso, junto a un interruptor para que los invitados la encendieran y nos dejaran mensajes. Evidentemente, el interruptor era falso, y la cámara grabó continuamente durante toda la boda, “pillando” a algunos en situaciones bastante graciosas…

- Usamos también una segunda cámara, que circuló durante toda la noche entre los invitados para que grabaran lo que les gustara más.

- Por último decidimos, a instancias de una compañera de trabajo, declarar a los mejor vestidos, categoría masculina y femenina. Para que no avergonzaran a los demás deslumbrándoles con su presencia, les estropeamos algo su atuendo con unas pelucas, gafas y elementos caribeños.

-  Y quizás lo más entretenido que tuvimos que hacer fue el recordatorio. La idea era que fuera algo nuestro, y que fuera algo que no se guardara en un cajón al día siguiente de la boda. A poder ser, que se tuviera a la vista y que no se olvidara fácilmente. Dimos con ello hacia mayo, con el tiempo justo de prepararlo: compramos infinidad de macetas, tierra y semillas, y durante los días que faltaban hasta la boda, plantamos, regamos y cuidamos, con la inestimable ayuda de la abuela de mi marido, a todos los brotes que conseguimos. Así, y añadiendo la historia en una tarjetita que clavamos en cada tiesto con un alambre, ya teníamos recordatorio. Tal como decía la tarjeta, esa planta era una parte de nosotros, o nosotros éramos una parte de ella, y se la llevaron cada uno a su casa para cuidarla (algunos con más acierto que otros…). A día de hoy son muchas de las que tenemos noticia de su defunción, pero muchas otras compiten por ser la más crecida, florida, resistente,… Nos encanta ver que la gente, al menos, intentó cuidarlas!

 

¿Algún consejo para las futuras novias?

Que disfruten de la preparación de la boda, aunque estén estresadas, a mí se me hice cortísimo!! A lo mejor fue porque la preparamos en 6 meses! Y sobre todo que se diviertan en el día de la boda, yo me lo pasé genial! Y mi marido también!